BIOGRAFIAS |
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Ulises Heureaux (1845, Puerto
Plata – 1899, Moca) |
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Discutido personaje de la historia dominicana,
es conocido como el General Lilís debido a que en su juventud
sus amigos le llamaban Lilises como una forma distorsionada de
Ulises. Más tarde se suprimieron las dos letras finales.
Gobernó dictatorialmente el país en diferentes períodos:
1882-1884; 1887-1889; 1889-1893; 1893-1897; 1897-1899, y al caer
asesinado en Moca, víctima de una conspiración, el 26 de julio
de 1899, dejó el país seriamente endeudado y expuesto frente a
acreedores extranjeros.
Esta situación de endeudamiento externo que llegó a comprometer
la administración de las aduanas dominicanas, se prolongó hasta
el año de 1947.
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MANUEL DE JESUS
TRONCOSO DE LA CONCHA
Este distinguido abogado y profesor, nació en Santo
Domingo el 3 de abril de 1878, hijo de Jesús María Troncoso
y Baldomera de la Concha. Inició sus estudios en la Escuela
Preparatoria y luego pasó al Seminario Conciliar Santo Tomás de
Aquino, donde se graduó de Bachiller en Filosofía y Letras el 25
de noviembre de 1895. Sus estudios universitarios los realizó en
la Universidad de Santo Domingo, graduándose de Licenciado en
Derecho el 3 de abril de 1899, justo el día en que cumplió 21
años de edad.
Fue Profesor de Filosofía en la Universidad en el año de 1914,
confiriéndosele el título de doctor Honoris Causa en esa rama
del saber. Cultivó la ciencia jurídica, ha historiografía y la
narración, sobresaliendo en esta última. También fue profesor de
Derecho, impartiendo la cátedra de Derecho Civil durante muchos
años en la Universidad de Santo Domingo. Fue Juez de Instrucción
del Distrito Judicial de Santo Domingo y desde 1911 hasta la
hora de su muerte, ocupó cargos de importancia en el gobierno,
entre los cuales pueden mencionarse el de Secretario de Justicia
e Instrucción Pública; Secretario de Interior y Policia,
Secretario de Fomento y Comunicación y Secretario de Guerra y
Marina.
Durante la "Era de Trujillo" fue Vicepresidente de la República
y a la muerte de Jacinto B. Peynado pasó a desempeñar la primera
Magistratura del Estado.
Es autor de: "Génesis de la ocupación norteamerica de Santo
Domingo", considerado como uno de sus trabajos más importantes y
en donde analiza las causas económicas y políticas que motivaron
la ocupación de 1916. Otra importante obra es "Ocupación de
Santo Domingo por Haití", donde hace un relato del alegato
haitiano de que la ocupación fue solicitada y admitida de buen
grado por los dominicanos y "Narraciones Dominicanas", que
definitivamente le da un lugar destacado en las letras de
nuestro país. Ha sido considerado, tras César Nicolás Penson
como el mejor en su género. En sus narraciones se mezclan la
historia, lo artístico, la tradición y la leyenda, haciendo de
su lectura una experiencia amena e instructiva. Murió en Santo
Domingo, el 30 de mayo de 1955.
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FRANCISCO HENRIQUEZ Y
CARVAJAL
Médico, abogado, escritor,
pedagogo y político. Nació en Santo Domingo el 14 de
enero de 1859, hijo de la pareja compuesta por Noel
Henríquez, de origen sefardí, y Clotilde Carvajal.
Realizó sus primeros estudios bajo la tutoría del insigne
educador puertorriqueño Ramón Baldorioti de Castro y, años
más tarde, estudió Derecho Romano bajo la orientación de
Félix María del Monte. El Derecho Constitucional lo estudio
con el sabio educador Eugenio María de Hostos, realizando,
además, estudios de Filosofía en el Seminario Conciliar de
Santo Tomás en Santo Domingo.
A los 26 años se graduó de licenciado en Derecho en el
Instituto Profesional y fue diplomado como Maestro Normal
algo más adelante. Poco tiempo después se recibió como
licenciado en Medicina y Cirugía.
En 1887 se marchó hacia Europa, radicándose en París,
Francia hasta el año 1891. En la Universidad de Paris obtuvo
el doctorado en Medicina.
De regreso a República Dominicana ejerce su profesión de
Médico, orientándose luego hacia el magisterio. Durante unos
seis años funge como profesor de la Escuela Normal fundada
por Hostos y en el Instituto de Señoritas que dirigía su
esposa, la notable educadora y poeta, Salomé Ureña.
Se dedicó al periodismo y fue Director del periódico "El
Maestro". Al entrar en contradicción con la dictadura del
general Ulises Heureaux (Lilís), decidió abandonar el país,
residiendo durante cinco años en Cabo Haitiano donde
estrechó su amistad con Juan Isidro Jiménez, regresando
junto con él al país tras la muerte de Heureaux. Jiménez,
designado Presidente de la República lo nombró Ministro de
Relaciones Exteriores.
En 1901 viajó a los Estados Unidos comisionado por el
Gobierno para concertar un acuerdo con los acreedores
externos de la República, pero este acuerdo fue rechazado
por el Congreso Nacional.
A la caída de Jiménez en abril de 1902, Francisco Henríquez
se marchó voluntariamente a Cuba donde fijó residencia,
revalidó su título de doctor en Medicina y pasó a ejercer su
profesión. Al término del gobierno provisional de Horacio
Vásquez en 1903, regresó al país, pero volvió a salir siete
meses más tarde, resuelto a no regresar. En 1907, sin
embargo, aceptó del presidente Ramón Cáceres la misión de
delegado ante la II Conferencia de Paz, en La Haya.
En 1911 fue designado por el presidente Cáceres como
Ministro Plenipotenciario en Haití, a raíz de las
diferencias fronterizas dominico-haitianas. Permaneció en
esa nación sólo el tiempo necesario para la concertación de
un acuerdo, marchando de nuevo a Santiago de Cuba, donde
residía.
Al alcanzar nuevamente la presidencia Juan Isidro Jiménez,
lo designa junto a Federico Velásquez y el Lic. Jacinto B.
Peynado, en una misión diplomática en Washington. De allí
pasó a Buenos Aires como delegado dominicano a la
Conferencia de la Alta Comisión Financiera Panamericana (abril
1916). Es en esa ciudad donde le llega la noticia del primer
desembarco de tropas norteamericanas en su país. Salió
inmediatamente hacia los Estados Unidos y, presentándose en
el Departamento de Estado protestó contra la ocupación.
Luego regresó a Cuba y allí recibió un telegrama
informándole que, frente a la crisis gubernamental, había
sido designado a unanimidad por las cámaras, Presidente de
la República, solicitándosele su inmediato regreso a la
patria. Regresó para ocupar la presidencia el 31 de julio de
1916.
Las tropas norteamericanas y los agentes intervencionistas
impidieron, sin embargo, el normal funcionamiento del nuevo
gobierno. Tras una serie de dificultades que Henríquez y
Carvajal resistió dignamente, y frente a la resistencia
oficial y popular contra las pretensiones norteamericanas,
finalmente y por orden del presidente Woodrow Wilson, el
país fue puesto oficialmente el 29 de noviembre, en estado
de ocupación, y sometido al ejercicio de la ley militar de
las tropas invasoras..
Tras su derrocamiento, Henríquez y Carvajal salió del país
el 8 de diciembre e inició, desde el mismo territorio
norteamericano, un peregrinaje de protesta contra la odiosa
intervención. Este intenso peregrinaje lo llevó a Cuba,
Francia, Dominicana (por breve tiempo en 1921) y Estados
Unidos de Norteamérica.
Durante el gobierno de Rafael L. Trujillo fue designado
Ministro Plenipotenciario en Francia, y más tarde en Cuba,
país donde murió en el año 1935.
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CESAR NICOLAS PENSON
Este notable
escritor y periodista, nació el 22 de enero de 1855.
Sus padres fueron Willian Penson Herrera y Juana Tejera Díaz.
Estudió en el Colegio San Luis Gonzaga, graduándose de
abogado posteriormente. Ejerció su profesión y desempeñó
varias funciones en la Judicatura. También se dedicó a la
enseñanza, colaborando con Salomé Ureña en el Instituto de
Señoritas.
Su orientación literaria era el tradicionalismo del folklore
dominicano. Profundo conocedor de su idioma, desenvuelve su
estilo serena y majestuosamente con impecable corrección.
También escribió poesía. Su obra más conocida es "Cosas
Añejas", publicada en 1891, incluye Bajo Cabello; Barriga
Verde; Drama Horrendo; La muerte del Padre Canales;
Profanación; Entre Miedos; el Martirio por la Honra; Los
tres que echaron a Pedro en el Pozo; Muerte por Muerte y "El
Santo y la Colmena". "Las Vírgenes de Galindo" lo coloca
entre los mejores prosistas dominicanos.
Periodista destacado, practicó la polémica pública. Fundó en
el año 1882 "El Telegrama", primera publicación diaria que
existió en la República. César Nicolás Penson murió en 1901.
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AMERICO LUGO HERRERAS
Nació en Santo Domingo el
4 de abril de 1870 hijo del matrimonio de Tomás Joaquín
Lugo y Celia Herreras y Veras. Se graduó de abogado siendo
muy joven, inclinándose por la investigación histórica y
jurídica, sobresaliendo en ambos campos. Fue Consejero de
las Legaciones Dominicanas en los Estados Unidos de
Norteamerica y en Europa. Pedro Henríquez Ureña lo
consideraba "la primera figura de nuestra juventud literaria"
y Félix E. Mejía se refería a su persona diciendo que era
"el más alto, activo y docto. La primera pluma del país".
La pluma de Américo Lugo se expresó valientemente durante la
ocupación militar norteamericana de 1916 a 1924 y, enviado
por los patriotas dominicanos a la Cuarta Conferencia
Panamericana reunida en Buenos Aires, Argentina en el 1916,
al decir de Blanco Fombona "denunció ante el mundo el
imperialismo norteamericano."
Por su actitud severa y valiente manifestada a través de sus
artículos que denunciaban el régimen norteamericano, fue
condenado a un año de prisión y al pago de mil quinientos
pesos de multa. Américo Lugo asumió su propia defensa frente
al tribunal militar y pronunció un apasionado y patriótico
discurso donde expresaba entre otra cosas:
"Señores: No estoy listo para ser juzgado. Al escribir el
artículo por el cual se me imputa un delito, he entendido
que cumplía un deber de dominicano. En mi calidad de
ciudadano dominicano, no puedo reconocer en la República
Dominicana la existencia de otra soberanía sino la de mi
patria. Toda suplantación de esta soberanía, sea cual fuere
el principio invocado, no es ni será a mis ojos sino un
hecho de fuerza. Por consiguiente, y puesto que creo que no
he cometido ningún delito y que no puedo reconocer ninguna
jurisdicción sobe mi a este tribunal, no he venido a
defenderme: he comparecido solamente obligado por la fuerza."
Durante el oprobioso régimen del tirano Rafael Leonidas
Trujillo Molina mantuvo una actitud de abierta oposición.
Amenzado y vigilado se vio en la necesidad de vivir
prácticamente encerrado en su hogar. Muchas veces fue
invitado para que aceptara cargos públicos y rechazó cada
una de esas invitaciones.
Acosado por el régimen Trujillista y marginado por muchos
que una vez fueron sus amigos íntimos, casi en la miseria,
murió en Santo Domingo en 1951.
Es autor de: ¿Es arreglada al derecho natural la
investigación de la paternidd? (Tesis para la Licenciatura
en Derecho); Heliotropo; A punto larto; Defensas; La
Concesión; Ensayos Dramáticos; Bibliografía; Flor y Lava; El
Estado Dominicano ante el Derecho Público; La intervención
Americana; Asuntos Prácticos; Camafeos; Por la Raza; El Plan
de Validación Hughes-Peynado; el nacionalismo dominicano;
Colección Lugo; Los Restos de Colón; Maanifiesto...al pueblo
y al gobierno de España; Minas en La Española, y muchas más.
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EUGENIO DESCHAMPS PEÑA
Nació en Santiago de los
Caballeros el 16 de junio de 1861, fruto de la unión
de Eugenio Deschamps, de nacionalidad francesa, y de
Natividad Peña. Fue educado bajo la tutoría de su tío Manuel
de Jesús Peña y Reynoso, poeta y pedagogo, demostrando desde
la juventud una gran vocación por las letras y la política.
Fundó los periódicos "La Alborada" y "La República" entre
los años 1883 y 1885, que sirvieron como tribuna a su
incipiente carrera. Opuesto ardorosamente al régimen del
dictador general Ulises Heureaux (Lilís), fue perseguido
continuamente, imposibilitando que llevara una vida regular
y libre de peligros. Forzado por las circunstancias se
trasladó a Puerto Rico donde permaneció por espacio de 14
años pero antes de partir hacia el exilio, fundó una
sociedad destinada a luchar contra Heureaux.
En la vecina isla fundó "El Correo de Puerto Rico" y una
revista para continuar con la difusión de sus ideas
combativas al tiránico régimen imperante en República
Dominicana y estas tribunas, se constituyeron en las nuevas
trincheras para el combate.
A la muerte del General Heureaux el 26 de julio de 1899,
regresó al país. El Presidente Juan Isidro Jiménes lo
designa durante su primer gobierno Ministro de Correos y
Telégrafos (1899-1900); luego se le nombró Gobernador de
Puerto Plata (1900-1902). En 1902 nuevamente sale al exilio
y retorna en 1903 para ocupar por breve tiempo la
Vicepresidencia de la República.
Deschamps Peña es recordado como el orador político de mayor
persuasión y de más arraigo popular. Sus piezas oratorias
más conocidas son la bienvenida a Máximo Gómez y la que
dedicara al luchador independentista puertorriqueño José de
Diego.
Sus escritos políticos, como su oratoria, fustigaban
ardorosamente las oligarquías y a los tiranos de turno.
Colaboró en el país con diversas publicaciones tales como "Letras
y Ciencia" y "Listín Diario", donde publicara sus artículos:
Arma al Brazo (20 y 21de septiembre, 1899); Rasgos Negros
(22de septiembre, 1899); En Resumen (23 de septiembre, 1899)
y Rectificando (25 de septiembre, 1899), entre otros.
Es autor de: Réprobo, un ataque a la dictadura de Heureaux;
Esbozo de una idea; Juan Morel Campos; Alas sociedades
políticas; Mi raza; Inri; Notas y Reflexiones sobre nuestros
límites occidentales, entre otros.
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FRANCISCO XAVIER BILLINI
Este sacerdote, nació en la antigua ciudad de Santo
Domingo el 1 de diciembre de 1837. Su padre, Juan
Antonio Billini y Ruse, italiano, fue comerciante, y su
madre, Ana Joaquina Hernández y González nació en Cuba de
padres dominicanos.
Desde muy joven se inclinó por la vida eclesiástica
realizando sus estudios en el Seminario Santo Tomás de
Aquino. Obtuvo la licencia de hábito en 1851 y fue ordenado
sacerdote en Puerto Rico en abril de 1861.
Su primera misa cuando retorna a Santo Domingo fue oficiada
en la Iglesia de Regina Angelorum el 9 de junio
Simpatizante de la anexión de la República Dominicana a
España, se expresó en favor de la paz a raíz de los sucesos
de la Guerra de la Restauración y se marcha a Cuba en 1865
junto a su familia cuando los españoles abandonaron el
territorio dominicano. Su vida, sin embargo, preocupada
siempre y dedicada al servicio de los más necesitados, lava
la sombra de esa simpatía vergonzosa.
De Cuba pasó a SaintThomas, donde se encontró con el general
dominicano Gregorio Luperón, quien le convence de regresar a
Santo Domingo.
Llegó el 1 de agosto de 1866 y se consagró, desde entonces,
a la enseñanza. Fue Director del Colegio San Luis Gonzaga
durante 26 años.
Prestó servicios en varias parroquias de diferentes
localidades del país y en 1867 fue Vicario General de la
Arquidiócesis de Santo Domingo
En 1869 funda la Casa de Beneficencia donde mantenía
personas desvalidas, y crea varios periódicos entre los
cuales se cuentan “La Crónica” y “El amigo de los niños”.
Establece además una Biblioteca Popular para favorecer a las
personas de escasos recursos.
Dedicado a la caridad y a la enseñanza, no dudó en pedir
ayuda a los gobiernos para destinarla a los necesitados. En
1880 solicitó al Poder Ejecutivo, presidido en ese momento
por el Dr. Fernando Arturo Meriño y Ramírez, el edificio del
Hospital San Andrés para dedicarlo a sus obras de
beneficencia. Hoy día es un moderno hospital que lleva su
nombre.
Entre sus actividades se recuerda la fundación de la Lotería
de la Junta de la Caridad cuyos beneficios eran destinados
al bien social.
A la hora de su muerte el 9 de marzo de 1896 pidió “Átenme,
las manos y los pies... Acuéstenme para reposar así, con
toda humildad.”
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GASTON FERNANDO DELIGNE
Nació en Santo Domingo el 23 de Octubre de 1861.
Fueron sus padres Gastón Deligne y Ángela Figueroa. Quedando
huérfano a corta edad fue protegido por su profesor el
presbítero Francisco Xavier Billini, lo que permitió que
pudiera realizar sus estudios en el Colegio San Luis Gonzaga
hasta completar el bachillerato. Al término de estos
estudios se traslada a San Pedro de Macorís, donde vivió por
más de veinte años, trabajando durante toda su vida como
encargado de contabilidad en una casa comercial.
Estudioso vocacional, se dedica en cuerpo y alma en su
tiempo libre a cultivar las letras y la Filosofía, llegando
a dominar no sólo el latín, sino otras lenguas modernas.
Al destacarse en sus trabajos literarios, siendo quizás el
más alto poeta dominicano de su época, se formó en torno
suyo un amplio círculo literario sobre el cual tenía gran
influencia y cuya fama se extendió no tan sólo al resto del
país, sino también hacia el exterior.
Fue colaborador de las más prestigiosas publicaciones, entre
las que se destacan "Letras y Ciencias", "La Revista
Ilustrada", "El Lápiz" y "La Cuna de América", en Santo
Domingo. "El Cable", "Prosa y Verso", en San Pedro de
Macorís y, en Santiago de Cuba "Cuba Literaria".
El estilo literario de Gastón Deligne con quien se inicia
una nueva era de profundidad en el pensamiento literario
dominicano, ha sido inscrito como "Poesía Psicológica",
dentro del cual se incluye la poesía política que cultivó
con gran acierto, siendo su principal exponente en este ramo,
"Ololoi", que trata la lucha constante entre la libertad y
la opresión. Con extensas y ricas imágenes renovó el
lenguaje que se utilizaba hasta entonces, dando un especial
carácter y profundidad a su estilo con sus enfoques
filosóficos, morales y psicológicos.
Entre sus valiosos trabajos publicados, en verso y en prosa,
encontramos: Soledad (1887); Galaripsos (1908); Romances de
la Hispaniola y Páginas Olvidadas (1944), edición recogida
por Rodríguez Demorizi en la cual recopila toda la
producción poética de Deligne, dispersa o inédita, así como
sus trabajos en prosa.
Padeciendo de lepra y afectado por una gran tortura
psicológica se suicidó de un disparo en la cabeza el 18 de
enero de 1913.
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JUAN BAUTISTA VICINI
Nació en Santo Domingo el 19 de julio de 1871.
Fueron sus padres Juan Bautista Vicini, inmigrante italiano
llegado al país durante el resurgimiento de la industria
azucarera, y María Burgos.
Según reseña el reconocido investigador holandés H. Hoetink
en su obra "El Pueblo dominicano, 1850-1900", Juan B. Vicini,
padre, ya poseía dos plantaciones en 1882 y que, amparado en
sus buenas relaciones con el general Ulises Heureaux (Lilís),
hacía una gran fortuna. En 1893 ya es señalado como
propietario del ingenio "Angelina" y al año siguiente
recibió la concesión para fundar el Central Azuano. Vicini
padre también actuó como prestamista de importancia durante
el gobierno de Lilís.
Juan Bautista, hijo, heredó de su padre, convertido en un
pilar de la economía nacional que descansaba sobre la
industria azucarera, la experiencia en la industria y su
gran habilidad política. Moldeado en la sobriedad de una
educación familiar al más rígido estilo europeo, poseía una
gran cultura, fuera de lo común para esos tiempos en nuestro
medio. Muy joven aprendió varios idiomas, entre ellos:
inglés, francés e italiano y adquirió conocimientos
administrativos generales e industriales.
Después que se aprobara el Plan Hughes-Peynado, fórmula
política lograda por la burguesía liberal para facilitar la
evacuación de las tropas invasoras norteamericanas que
ocupaban el país desde el 1916, fue seleccionado como
candidato a la presidencia provisional de la República y fue
electo en 1922. Al día siguiente nombró su gabinete
compuesto por:
José del Carmen Ariza, Secretario de Estado de lo Interno
Cayetano Armando Rodríguez, Secretario de Estado de Justicia
e Instrucción
Eladio Sánchez, Secretario de Estado de Fomento y
Comunicaciones
Manuel Sanabia, Secretario de Estado de Sanidad y
Beneficencia, y
Pedro Pérez, Secretario de Estado de Agricultura e
Inmigración.
Con este paso quedó abierto el camino para la definitiva
evacuación de las tropas interventoras. Al prestar juramento
el 21 de octubre, expresó su esperanza en "la prudencia y el
patriotismo del pueblo dominicano; en la eficacia del "Plan
de Evacuación", así como en los altos propósitos y espíritu
de redención y justicia de que la gran nación dominicana
había dado tantas pruebas en sus esfuerzos por afianzar la
libertad e independencia de otras naciones del mundo."
El gobierno de Vicini Burgos, a pesar de sus buenas
intenciones, estuvo maniatado por las disposiciones
contenidas en el Tratado Hughes-Peynado. Fue continuamente
presionado por las fuerzas militares norteamericanas que aun
se encontraban en el país. Aun así, patrocinó una de las
elecciones más limpias conocidas hasta entonces, en las
cuales resultó vencedor Horacio Vásquez el 15 de marzo de
1924, frente a su opositor Francisco J. Peynado.
Cuando abandonó el poder, Vicini Birgos se reintegró a sus
negocios azucareros, abandonando la política. A la hora de
su muerte ocurrida el 25 de mayo de 1935, dejó a sus
descendientes uno de los más grandes emporios azucareros
antillanos.
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MANUEL RUEDA
Está privilegiada figura polifacética en el campo de la
cultura, nace en Monte Cristy el 27 de agosto de 1921.
Pianista, poeta, dramaturgo y periodista destacado, también
se ocupa de la recopilación y difusión de nuestro folklore.
Fueron sus padres Manuel de Jesús Rueda Ibañez y Marina
González Tavárez, ambos dominicanos.
Fue alumno del Liceo Musical dirigido por el maestro José de
Jesús Ravelo donde tiene como profesoras a María Luisa
Nanita y a Oliva Pichardo. Más tarde, recibe clases con
Manuela Jiménez. Debido a sus brillantes cualidades se
graduó a temprana edad como profesor de piano, obteniendo
una beca para cursar estudios superiores de música en el
Conservatorio de Santiago de Chile, ciudad donde permanecio
por espacio de 14 años. Fue el alumno predilecto de la
notable pianista Rosina Renard, junto a la cual realizó una
gira por Sudamérica junto al pianista chileno Armando
Palacios. Esa gira culminó en la República Dominicana.
A su regreso a Chile, después de este exitoso recorrido que
lo lanzó profesionalmente, recibió el Premio "Orrego
Carvallo", que es el máximo galardón destinado a los
pianistas y que había permanecido desierto durante varios
años. A su regreso al país fue designado como director del
Liceo Musical Pablo Claudio, de San Cristóbal y luego
profesor de Cursos Superiores de Piano en el Conservatorio
de Santo Domingo. Alcanzando más tarde la Dirección de dicha
institución. Creó Cursos de Pedagogía Musical.
Rueda participó en innumerables recitales como solista tanto
con la Orquesta Sinfónica Nacional como con la de Puerto
Rico. Durante la visita que realizara el maestro Pablo
Casals a República Dominicana en marzo 1972 para asistir al
Festival Interamericano de Música, fusionándose las
orquestas de Santo Domingo y la de Puerto Rico bajo la
dirección del Maestro Víctor Tevah, Manuel Rueda ejecutó el
Concierto en Fa de Gershwin. Actúa en numerosos conciertos
en Puerto Rico, Cuba, México, Nueva York. Junto al maestro y
compositor Manuel Simó, compone la "Primera Misa Quisqueyana".
Colabora con el Obispado de Santiago de los Caballeros en la
creación de un "Cancionero Litúrgico Dominicano". Produce
obras para piano, para coro, un ciclo de canciones con letra
de Gabriela Mistral.
Como escritor se inició en Chile con su libro de sonetos
"Las Noches" seguido por "Tríptico", escrito en colaboración
con Irma Astorga y Víctor Sánchez Ogaz.. En Santo Domingo se
integró al grupo de la Poesía Sorprendida. Fundó junto a
otros poetas, la colección "La Isla Necesaria". En 1954 gana
el Concurso Internacional de las Brigadas Líricas del
Uruguay. Ganó el Premio de Literatura de 1957 con su obra
teatral "La Trinitaria Blanca", que marca el comienzo de una
nueva época en el teatro dominicano. Otra entre sus obras
más importantes es: "Vacaciones en el Cielo" (escrita en
1957) en la que se anticipó al nuevo sentido espiritual de
la Iglesia.
En una conferencia dictada en la Biblioteca Nacional el 22
de Febrero de 1974 sentó las bases de lo que sería el
Movimiento Pluralista con su texto teórico "Claves para una
poesía plural" y con el texto poético que las encarna "Con
el Tambor de las Islas. Pluralemas" (1975)
A partir de 1980 comienza a dirigir el suplemento sabatino
del diario "Hoy": "Isla Abierta".
Fue miembro de la Academia Dominicana de la Lengua,
correspondiente de la española; Miembro Honorario de la
Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de
Chile; Miembro del patronato rector del Teatro Nacional;
Director del Instituto de Investigaciones Folklóricas de la
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
Otras obras: Las noches (1949, 1953)
La criatura terrestre (1963)
Teatro (1968)
Adivinanzas dominicanas (1970)
Conocimiento y Poesía en el Folklore (1971)
Antología panorámica de la poesía dominicana contemporánea.
1912-1962 (Tomo I)
Por los mares de la dama (1976)
La prisionera del Alcázar (1976)
El rey clinejas (1979)
Las edades del viento (1979)
Todo Santo Domingo (1980)
Papeles de Sara y Otros relatos (1985)
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PEDRO HENRIQUEZ UREÑA
Este ilustre dominicano, escritor, filólogo y pedagogo,
considerado como el principal humanista de América, nació en
Santo Domingo el 29 de julio del año 1884, fruto de
la unión de Francisco Henríquez y Carvajal y Salomé Ureña de
Henríquez, tronco de una de las más ilustres familias de
intelectuales de República Dominicana.
Inició sus estudios y comenzó su brillante carrera literaria
en la ciudad que le vio nacer. Cuando contaba unos
diecisiete años inicia una serie de viajes de estudios que
lo llevan a Nueva York, La Habana, México, París, Madrid y
Buenos Aires.
Pedro Henríquez Ureña incursionó en la poesía, legándonos
dos interesantes poemas: "Flor de Otoño" y "Mariposas". Sin
embargo, abandona la poesía para dedicarse tanto a la
reflexión filosófica como a la crítica literaria y a la
investigación filológica, sobresaliendo de manera especial
en esta última. Interpretó de manera brillante el
pensamiento del filósofo uruguayo José Enrique Rodó, en su
conferencia "La obra de José Enrique Rodó" y devuelve a
México el nombre del dramaturgo Juan Ruiz de Alarcón, que se
pensaba era de nacionalidad española.
Entre sus obras más destacadas se encuentran: Horas de
estudio; Seis ensayos en busca de nuestra expresión; El
primer libro es escritos americanos; Rubén Darío y el siglo
XV y Las nuevas estrellas de Heredia. En materia de
filología podemos mencionar: El español en México; Para la
historia de los indigenismos; El español en Santo Domingo y,
El supuesto Andalucismo de América. En colaboración con
Amado Alonso escribió una obra sobre gramática.
Sirvió como catedrático en las universidades de Santo
Domingo, Venezuela, México, Cuba, Argentina, Chile y Estados
Unidos de Norteamérica, conquistando a su paso gran
prestigio en cada uno de esos países. Murió en Buenos Aires,
Argentina el 11 de mayo de 1946.
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ULISES FRANCISCO
ESPAILLAT
Nació en Santiago de los Caballeros el 9 de febrero de
1823. Fueron sus padres Pedro Ramón Espaillat y María
Petronila Quiñones. Casó con su prima hermana Eloisa
Espaillat con quien procreó seis hijos.
Hombre culto y de vigorosas convicciones, madurez de
criterio y profundidad de pensamiento, desde muy joven fue
reclamado por la sociedad para el desempeño de cargos
públicos de responsabilidad.
Fue miembro del Senado y de la Cámara de Representantes,
Interventor de Aduanas de Puerto Plata, miembro de la
Diputación provincial de Santiago, comisionado del Gobierno
en esa ciudad y en las provincias del noroeste del país. Se
desempeñó en diferentes ocasiones como miembro del
Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros y fue miembro de
la Asamblea Constituyente que se reuniera en Moca entre los
años 1857-1858, además participó como miembro de la Sociedad
de Fomento de Santiago
Trabajó arduamente por el progreso de su pueblo y convencido
de que para el éxito en el área agrícola es indispensable
una buena comunicación, abrió un nuevo camino entre Santiago
y Puerto Plata.
En el campo político se opuso ardientemente a la anexión del
país a España y, acusado por sospecha de complicidad con el
movimiento de Restauración fue condenado a diez años de
expatriación. Indultado más tarde, regresa al país en 1863.
Fungió como Vicepresidente de la República en 1864. Hombre
de posiciones firmes y decididas fue perseguido y
encarcelado en varias oportunidades y, decepcionado, decide
retirarse de la vida política pero, un hombre de valores
como éste no se deja ir mansamente y es requerido nuevamente
por sus conciudadanos. En el año de 1876 fue elegido
Presidente de la República por abrumadora mayoría de votos
y, como tal, suprimió las regalías y dádivas que por
costumbre y en inmoral acción, entregaban los presidentes a
aquellos jefes y oficiales que habían colaborado en su
ascenso al poder.
La moralidad y honradez de este ilustre hombre fueron
ejemplos mientras duró su presidencia. Fue depuesto, en gran
parte debido a la supresión de las gratificaciones
mencionadas y al abandonar la presidencia dijo: “Yo creí de
buena fe que lo que más aquejaba a la sociedad de mi país
era la sed sumamente moral y regeneradora; pero otra sed aún
más terrible la devora: la sed de oro.”
Como escritor de amena y conceptuosa prosa nos dejó su
interesante obra “Escritos de Espaillat”, una serie de
documentos, cartas y artículos que se editó como iniciativa
de la Sociedad “Amantes de la Luz” de Santiago de los
Caballeros.
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ERCILIA PEPIN ESTRELLA
Nació 7 de diciembre de 1886 en Santiago de los
Caballeros, República Dominicana. Su modesta situación y
orfandad dificultaron su asistencia a los escasos centros de
enseñanza de la época, lo que no impidió que se auto educara
y fuese nombrada en 1901, con apenas 14 años de edad, como
Directora de la Escuela de Niñas de Nibaje. El éxito
alcanzado por Ercilia en el desempeño de su labor le valió
la designación, en 1908, como profesora de Ciencias
Matemáticas, Física y Naturales del Colegio Superior de
Señoritas de Santiago. Comenzaba la Revolución Erciliana,
que duraría toda su vida.
Ercilia Pepín instituye el desayuno escolar, dota de
laboratorio el plantel donde trabaja, impone el uniforme
para los escolares a quienes exigía una veneración
respetuosa cuando el Himno Nacional era interpretado. Ordena
izar y arriar el pabellón nacional todos los días; hace
respetar los símbolos patrios; se empieza a cantar en la
escuela y las clases de inglés son regulares.
Desde 1909 hasta 1916, se dedicó a impartir docencia privada
a grupos de jóvenes, para formarlas como maestras
normalistas y bachilleres en Ciencia y Letras, sin descuidar
sus clases oficiales. Y en el 1913 obtiene su título de
Maestra Normal, haciéndose acreedora de los elogios del
jurado examinador por la calidad de la tesis presentada.
Desde el 1910 hasta 1920 luchó activamente en pro de los
derechos de la mujer en relación con su capacidad natural
para instruirse al igual que el hombre y ser apta para el
desempeño de funciones públicas de responsabilidad,
expresándose de la siguiente manera: "Hora es ya de que el
legislador dominicano, inspirándose en los verdaderos fueros
de la democracia, otorgue a la mujer, los privilegios que el
Derecho Público va otorgando ya..."
Se solidariza con actos patrióticos contra dictaduras y
tiranías, repudiando enérgicamente la invasión
norteamericana a República Dominicana. Hace suyos los
movimientos guerrilleros de países hermanos por la libertad
y la democracia. Algo especialmente memorable es la carta
que dirigió al General Sandino, al enviarle la bandera de
Nicaragua, bordada por las niñas de su escuela. Y en 1927
colabora con el comité pro libertad y democracia de la
República de Haití.
En el año 1921, el Gobierno Militar de Ocupación yanqui, le
extendió el nombramiento de Delegada de la República ante el
Congreso Pan-Americano del Feminismo a celebrarse ese año en
Baltimore. Ercilia se niega a aceptarlo y puntualiza: "No
podría ir a representar a mi país al extranjero, llevando
credenciales escritas por los jefes de las fuerzas invasoras
de mi Patria."
En reconocimiento a su labor docente y a su lucha librada
contra la ocupación del país por los vecinos del norte, el
Ayuntamiento de Santiago la declara Hija Benemérita de
Santiago en el año 1925.
Trabajadora, decidida y enérgica, patriota ante todo,
rechaza con valentía los desafueros tiránicos de Rafael L.
Trujillo.
Aquejada por una enfermedad terminal y previendo su próximo
fin, solicita de su amigo, el Arq. Rafael Aguayo, la
construcción de su tumba, cuyo diseño le entrega, para ser
construida en el Cementerio Municipal. Una vez terminada, va
a visitarla y a darle su aprobación.
Esta portentosa mujer, Maestra de Maestras, fallece el 14 de
junio de 1939. El pueblo se volcó a desfilar detrás del
carro fúnebre que la condujo a su lugar de descanso. Hoy día,
varios centros educativos, parques de recreación, escuelas y
calles dominicanas, se enorgullecen de llevar el ilustre
nombre de Ercilia Pepín.
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RAFAEL TOMAS
FERNANDEZ DOMINGUEZ
Considerado como el verdadero
héroe de la Revolución
(Soldado del Pueblo y Militar de la
Libertad)
“... y aquí estoy,
respondiendo con la frente en alto,
el honor multiplicado y la
vergüenza como estandarte.
Que me juzguen la Historia y
la República”*
Rafael Tomás Fernández
Domínguez
Coronel E. N.
Coronel del Ejército Nacional ha sido considerado como
el inspirador militar de la insurrección armada que estalló
el 24 de abril de 1965 contra el Triunvirato que
gobernaba el país, presidido en ese momento por Donald Reid
Cabral. La revuelta tenía el propósito de reponer el
derrocado gobierno del Profesor Juan Bosch Gaviño, derrocado
el 25 de septiembre de 1963 restableciendo con ello la
constitucionalidad perdida. Esta revuelta produjo la
intervención de tropas norteamericanas.
Nació el 18 de septiembre de 1934 en la sección Damajuana,
municipio de Esperanza. Fueron sus padres el General
Ludovino Fernández Malagón y Gloria Erminda Dominguéz Cruz.
Se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas el
27 de diciembre de 1952 e ingresó en la Universidad de Santo
Domingo para cursar la carrera de ingeniería, interrumpiendo
estos estudios para integrarse como soldado al Ejército
Nacional.
Participando como Cadete en la Academia Militar se gradúa,
al concluir estudios realizados entre 1954 y 1956, de
Bachiller en Ciencias Militares. El 22 de diciembre de ese
mismo año contrae nupcias con la señora Alma Arlette
Fernández, comenzando una familia que se enriqueció con la
llegada de cinco hijos.
Algo más tarde pasó a la Fuerza Aérea Dominicana y allí se
distinguió obteniendo las mejores calificaciones en los
estudios militares que realizara. En febrero de 1957 se
traslada a Fort Clayton en la Zona del Canal de Panamá para
tomar un curso militar.
Ya con el rango de Capitán, en 1961 desempeñó el cargo de
Jefe de la Base Aérea de San Isidro. El 18 de enero de 1962,
ostentando el rango de Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana
(FAD), liberó a los miembros del Consejo de Estado,
detenidos en el Club de Oficiales de esa institución por
órdenes del ex general Pedro Rafael Ramón Rodríguez
Echavarría, quien fue depuesto ese mismo día, después de
intentar sin éxito un golpe de estado.
Fernández Domínguez fue ascendido entonces a Teniente
Coronel, y nombrado Sub-jefe de la Fuerza Aérea. Algún
tiempo después es trasladado al Ejército Nacional y enviado
en noviembre de 1962 a Fort Gulick en Panamá para participar
en un curso de Comando y Estado Mayor. Obtuvo el segundo
lugar entre los 31 militares de América Latina y los Estados
Unidos de Norteamérica que participaron.
Tanto el traslado como el viaje a Panamá se debieron a
discrepancias con sus superiores a quienes señalaba como
transgresores de los reglamentos militares. Se opuso a que
le fuera concedido el rango de general a Luis Amiama Tió y a
Antonio Imbert Barreras, participantes y sobrevivientes en
el asesinato del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina,
por considerar que tales designaciones constituían una
violación a las normas militares.
En Junio de 1963 realiza otro curso de Instrucción de
Infantería Avanzada. Ese mismo año recibe el nombramiento
como Director de la Academia Militar "Batalla de Las
Carreras" de la Fuerza Aérea Dominicana.
Al ser depuesto el gobierno constitucional del Prof. Juan
Bosch, el Coronel Fernández Domínguez intentó organizar un
movimiento de resistencia militar que de momento no pudo
materializar. El 23 de octubre de ese mismo año y en lo que
puede ser considerado prácticamente como una deportación,
fue nombrado por el Triunvirato gobernante como Agregado
Militar en España. Desde el exterior escribió repetidas
veces a sus compañeros de armas exhortándoles a continuar
con los preparativos del contragolpe. En diciembre de 1964
logró un permiso para entrar al país por tres días y aunque
estaba continuamente vigilado, logró establecer contactos
con los simpatizantes del movimiento conspirativo contra el
Triunvirato, al cual y por invitación suya, se incorporó el
Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Al concluir los tres días de su permiso le hacen nuevamente
abandonar el país, esta vez enviado como Agregado Militar en
Chile. El Coronel Fernández Domínguez estaba convencido de
lo importante para la causa que era la conservación de su
rango militar, razón por la cual aceptó tales nombramientos,
según se desprende de sus propias palabras, contenidas en
una carta fechada 22 de marzo de 1965 que enviara desde
Santiago de Chile a uno de los oficiales de su grupo: "Respecto
a mi posición dentro del Ejército, estoy firme y
definitivamente convencido que no debo abandonarla, aún sea
bajo la más fuerte de las presiones, ya que es la única
forma en que hoy, mañana o algún día podré -en una u otra
forma- cooperar en la reestructuración definitiva de las
FFAA dominicanas."
Sobre la importancia histórica del movimiento que lideraba,
y por no haber tenido éxito en un intento de materializarlo,
el Coronel Fernández Domínguez escribió el 21 de abril de
1964 "La historia de la República Dominicana no se ha
escrito aún... y tengo la firme convicción de que nuestro
abortado movimiento será un capítulo de esa historia... La
problemática dominicana es bien clara, todo descansará
dentro de poco tiempo en la joven oficialía, la cual deberá
ser reconquistada por nosotros, por todos los medios."
En Chile recibió la noticia del derrocamiento del
Triunvirato por el movimiento armado del 24 de abril de 1965
e inmediatamente tomó un avión vía Puerto Rico para regresar
al país aunque no pudo entrar a la República Dominicana
porque el aeropuerto se encontraba cerrado por tropas que se
oponían al movimiento insurreccional. El Coronel Fernández
Domínguez, que había sido nombrado Ministro de Interior y
Policía en el Gabinete designado por el Gobierno
Constitucionalista presidido por el Coronel Francisco
Alberto Caamaño Deñó, logró entrar al país, después de
varios intentos el día 14 de mayo de 1965 mientras se
realizaban negociaciones entre el gobierno encabezado por
Caamaño y los representantes de las fuerzas norteamericanas
que habían invadido el país.
Tomó posesión de su cargo pero cinco días más tarde, el 19
de mayo de 1965 murió durante un encuentro con tropas
norteamericanas mientras dirigía un asalto al Palacio
Nacional, ocupado por tropas del Gobierno de Reconstrucción
Nacional encabezado por el General Antonio Imbert Barreras,
que se oponía a Caamaño Deñó. El Coronel Fernández Domínguez,
muerto a los 30 años de edad, se encuentra sepultado en el
cementerio de Santiago de los Caballeros.
Sólo unos días antes de su muerte había escrito: "Sabemos
que este movimiento tiene una alta categoría histórica; que
él marcará una época en nuestro país, siempre traicionado y
siempre esclavizado; sabemos que con nosotros no sólo se
levantará la voluntad democrática del pueblo dominicano sino
también la fe de muchos pueblos de América que tienen en su
corazón un altar para los luchadores de la libertad. Y
porque sabemos todo eso, terminaremos la lucha con el mismo
sentido del honor con que la empezamos y con el alma
satisfecha de los que sirven a la Patria y, en consecuencia,
sirven a su pueblo. Aquel que de nosotros caiga en la lucha,
no caerá; se elevará al respeto de todos los dominicanos;
aquel de los que luchan contra nosotros que no comprenda a
tiempo su error, ese caerá para siempre del amor del pueblo
y será perseguido por la historia."
El Presidente Bosch inspecciona las
maniobras militares dirigidas
por el coronel Fernández Domínguez.
Junio 1963
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SU ÚLTIMA CARTA
Para su esposa Arlette Fernández
Mayo del 65, Río
Piedras,
Puerto Rico.
Adorada Letty:
Imagino lo desesperada
que estás por venir y espero en Dios puedas resolver
todo pronto para que
puedas estar aquí en
esta semana.
Te estoy haciendo esta
carta porque es posible que cuando llegues yo no esté
aquí, ya que hay una posibilidad de poder entrar a mi
Patria y quiero decirte y pedirte muchas cosas. Espero
que así sea, ya que no soporto más la situación en que
me encuentro; mientras mis compañeros y mi pueblo,
luchan y mueren, yo estoy aquí, como un idiota perfecto,
después de luchar tanto y sufrir inmensamente en este
odiado exilio; yo, que estaba llamado a
responsabilizarme y dirigir el movimiento, tengo la
desgracia de tener que contemplar desde lejos cómo matan
cobardemente a los míos y no puedo ayudarlos, no puedo
hacer nada; esto me tiene destrozado y creo que mi
desesperación me volverá loco; lo que siento sólo es
comparado a lo que sentí cuando murieron mi papá e
Ivonne; bueno, tú sabes como he aprendido a amar a mi
Patria y ahora no puedo hacer nada por salvarla.
Esto es terrible para
mí, sólo Dios sabe lo que siento cuando hablo por
teléfono con los muchachos y me doy cuenta de que no
puedo estar a su lado. Por eso Letty, aunque sé que es
una muerte segura, me voy como sea; he agotado todos los
recursos imaginables para poder entrar pero ha sido
imposible.
Imagínate, he pasado
días enteros entre montes y cañaverales, y tratando de
entrar en bote ya que en avioneta nadie puede ni se
prestan con razón a entrarme; esta vez es seguro, pues
hay un hombre muy responsable que se ofrece a llevarme y
estoy listo para partir.
Estoy consciente del
peligro pero, tú sabes que lo más sagrado para mí es el
deber y hoy debo cumplirlo nada menos que con mi patria
y mi pueblo. Me siento dichoso de que Dios me brinde la
oportunidad de cumplirlo como soldado.
Si me pasa algo, sé
que vas a sufrir mucho y tú y mis hijos pasarán trabajo.
No les dejo siquiera una casa pero, cuando te veas muy
apurada recuerda que esto es más que nada porque fui
honrado y tengo mis manos inmaculadas y esto debe
servirte de orgullo e incentivo para luchar; sé que eres
valiente y no me defraudarás.
Además, recuerda lo
que tanto te he dicho. Todos tenemos nuestro destino
marcado y si el mío es morir por mi patria, es el
destino más maravilloso que hombre alguno pueda tener y
la felicidad que yo sentiría es algo inexplicable. Yo
tengo el privilegio de haber aprendido a amar a mi
pueblo y a mi patria de esta forma que sólo yo sé, de
haber tratado de superarme a mí mismo y tratar de llegar
a ser “UN HOMBRE”. Tú sabes como he luchado contra las
tentaciones de la vida para hacer que en mi mente y en
mi corazón aniden siempre y en todos los momentos de mi
vida, la vergüenza, la honradez, la justicia, el amor y
el patriotismo. Tú sabes todo esto, mi vida, por eso, si
caigo por defender y cumplir con
estos sagrados
principios, por mis ideales que tanto he tratado de que
sean verdaderamente puros, tú y mis hijos deben sentirse
orgullosos, porque yo, desde donde esté, me sentiré muy
feliz.
Al leer esta carta sé
que te pondrás muy triste, pues sé lo que me quieres y
lo sensible que eres, pero necesito desahogarme pues
sufro mucho y estoy muy desencantado.
Por la prensa y la
radio te habrás enterado de que los norteamericanos nos
tildan de comunistas, esto no es más que un pretexto
para aniquilarnos y con ello al pueblo que hoy lucha por
reconquistar sus derechos, pues ellos muy bien que saben
cómo somos y la razón y pureza de nuestros ideales, pero
son malos, despreciables y traidores, cobardes animales
que no saben con todo su poderío, de dignidad y honor,
sólo les interesa el vil metal, lo demás para ellos no
vale nada. Pero el valor y patriotismo de nuestro pueblo
es algo que no se puede decir con palabras, y no podrán;
antes, tenderán una alfombra de cadáveres sobre Santo
Domingo y, aún cuando nos pisoteen, seremos más grandes
y dignos que ellos.
Dentro de mi
desesperación, siento un orgullo tremendo pues mis
compañeros de armas, aquel grupo que yo elegí por su
seriedad y vergüenza, ha dado muestras de un valor y
patriotismo encomiable,
¿te acuerdas lo que
decía de Francis,* Lachapelle, ** y Quiroz?, *** no me
equivoqué. También siento gran satisfacción porque
aunque no luchamos precisamente por un hombre y un
partido, he comprobado que el Señor Presidente es un
gran hombre y de mucho valor, ya que esto no se
demuestra sólo peleando;
además, lo que más
admiro en él es su nobleza e inteligencia porque ha
sabido salvar vidas y no sólo de revolucionarios. Veo
que los dominicanos no se equivocaron cuando lo
eligieron.
Si me pasa algo,
ocúpense tú y Celeste de cuidar mucho a mamá para que no
vuelva a enfermar; bueno Letty, ya verás que no me pasa
nada, los hombres tan idealistas como yo no mueren muy
fácilmente, pero por si acaso, tengo algo que pedirte y
encomendarte. En nombre de ese amor que nos tenemos,
tienes que luchar con todos los medios a tu alcance para
hacer de mis hijos hombres dignos y de vergüenza,
honrados y valientes (sé que tú lo eres) porque si yo no
puedo llegar a hacer por mi pueblo todo lo que pienso,
entonces ellos tendrán que hacerlo, son mi aporte a la
patria que venero, la única herencia que les dejo, a ti
y a Ella; los varones, sean o no militares, tienen que
luchar y morir si es necesario por verla libre y nuestro
pueblo feliz y lo que es más, que den su vida, si es que
tienen que hacerlo, llenos de felicidad; en resumen,
incúlcales mis ideales, y entonces, como dice aquél
escrito que puse en un cuadro en casa: NO
HABRE VIVIDO EN VANO.
Ojalá traigas el
dinero de la venta del carro, pues el que traje lo gasté
en equipos para mi viaje y también se lo he dado a
algunos amigos que han venido. Cómprale ropa a los niños
y me le pagas cien pesos que le cogí prestados a mamá.
Me voy Letty, pero en
esta carta te dejo mi corazón y mi alma. Miles de besos
a los niños, cuídense mucho
y que Dios los
bendiga.
Te adora tu
Rafa.
Los cinco hijos del
matrimonio. 1964
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José Núñez de Cáceres
Político y abogado, presidente de la Junta
de Gobierno provisional (1821-1822). Nació en Santo Domingo de
Guzmán, en 1776; estudió derecho y letras en la Universidad de
Santo Tomás de Aquino, de la que fue profesor y, más tarde,
rector. Cuando por el Tratado de Basilea (1795) se produjo la
cesión de la parte española de la isla a Francia, huyó del país
y se instaló en La Habana, donde desempeñó los cargos de
teniente gobernador y asesor general del gobierno. Después de la
reconquista (1795) volvió a Santo Domingo. En noviembre de 1821
encabezó el grupo que proclamó la independencia y presidió la
Junta de Gobierno provisional del Estado Libre de Haití Español.
Requirió, sin éxito, el apoyo de la Gran Colombia, y tuvo que
entregar el poder al presidente Jean Pierre Boyer de Haití, que
había entrado en el país con sus tropas (noviembre 1822). Núñez
abandonó su patria y se instaló en Venezuela, para pasar después
a México. Murió en 1846, en Ciudad Victoria, en el estado
mexicano de Tamaulipas, cuyo congreso le había declarado
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Yokasta Vasquez,
Angel García,
Amada Vargas,
Reginaldo Atanay, Miguel Franjul,
Etzel Báez,
Alejandro Fernandez, El Nuevo Diario, Tiberio Castellanos, Terra.com, salcedo.com
y
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