En memoria de una buena hija, hermana, esposa, madre y abuela
 

«Tú, presente siempre, perenne....

como un bálsamo precioso que remedia tu ausencia.»
 

 

 

¡Así siempre te recordaremos!

 

Te hacia los cuentos y chistes mas raros......Solo para verte sonreír.

 

 

"Una madre tiene algo de Dios y mucho de ángel"
(José Fernández del Cato)


 

Un recuerdo inolvidable

   Gracias a mi adorada madre Juanita, por permitirme vivir un tiempo con mi querida hermana Fella, aprendí mucho de Ella y pude comprobar la grandeza de esa gran mujer, el apego a sus hijos y su educación, el mantenimiento de su matrimonio, el amor que profesaba y el gran cariño que me tenia.

Mi cercanía a Fella venia desde mucho tiempo atrás, cuando vivíamos juntos en la familia materna ella trabajaba como profesora y cuando se sentía enferma o algo no le permitía ir me mandaba como sustituto siendo yo aun un niño.

Me vienen muchas cosas a la mente, recuerdo como cuando tenía amores con Jesús María Aquino me escogía entre todos los hermanos para que yo la acompañara al cine y ver las películas de aquellos tiempos.

Algunas veces me e preguntado como puede haber tanto amor, cariño, desprendimiento, inteligencia, dedicación y paz en una persona?.

Como puede haber una madre con tanta dedicación?

Como puede haber tanto respecto y amor al todopoderoso.

Gracias Fella por esos momentos inolvidables, gracias por tenerme en tu hogar como un hermanos y un hijo.

Gracias Fella por infundirles a tus hijos que me tuvieran cariño, amor y respecto.

Gracias por compartir conmigo tus alegrías y tristezas y sobre todo por confesarme todo lo tuyo.

..........Esas son cosas que jamás se olvidaran.

 

                                          Ramón Barros Rodríguez

 

 

Una bella historia de amor


Un niño, próximo a nacer, le dijo a Dios:

-Me vas a enviar a la tierra pero, ¿cómo viviré allá, siendo tan pequeño y tan débil?

-Entre los muchos ángeles escogí a uno que te espera -le contestó Dios-.

Pero aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír y eso basta para mi felicidad. ¿Podré hacerlo allá?

-Ese ángel te cantará y sonreirá todos los días y te sentirás muy feliz con sus canciones y sus sonrisas.

-¿Y cómo entenderé cuando me hablen, si no conozco el extraño idioma de los hombres?

-Ese ángel te hablará y te enseñará las palabras más dulces y más tiernas que escuchan los humanos.

-¿Qué haré cuando quiera hablar contigo?

-Ese ángel juntará sus pequeñas manos y te enseñará a orar.

-He oído que en la Tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?

-Ese ángel te defenderá, aunque le cueste la vida.

-Pero estaré siempre triste porque no te veré mas, Señor. Sin verte me sentiré muy solo.

-Ese ángel te hablará de mí y te mostrará el camino para volver a mi presencia.

En ese instante, una paz inmensa reinaba en el Cielo. No se escuchaba ninguna voz. El niño dijo suavemente a Dios:

- Dime su nombre, Señor.

Dios le contestó:

-Ese ángel se llama "MAMÁ".

 

 

 

«Tú, presente siempre, perenne,

como un bálsamo precioso que remedia tu ausencia.»

 

 
Tantas cosas bellas que hay
en mi alrededor, pero sobre todas
las cosas estas tu como ángel de
destello, que iluminó mi ser,
que cambio toda mi vida con su amor.
 


Eres tan hermosa que no se puede
comparar todo lo hermoso
que hay en su interior.
Eres como un ángel de destello
de luz, que más yo pedirle
a la vida si todo, todo me
lo ha dado Dios.
Te doy hoy las gracias por
ser aquel ángel que iluminó
toda mi vida.

 

 

¡ Fella, tan rápido pasa el tiempo ....que muy pronto estaremos juntos !.

 

 

Soneto a Cristo crucificado

 



  No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.



  ¡Tú me mueves, Señor!  Muéveme el verte  
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.



  Muévenme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara, 
y aunque no hubiera infierno, te temiera.



  No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

 

Atribuido a: Fray Miguel de Guevara o Santa Teresa de Jesus

 

Domingo, Mayo 28 2006 - Día de las Madres-